El próximo viernes 26 de octubre a las 19.30 leeré algunos de mis poemas en la Biblioteca Pública de Cáceres. Será en la inauguración del Aula de la Palabra, afortunada iniciativa de la Asociación Cultural Norbanova.
Como explican aquí, se trata de una propuesta que en semanas sucesivas se extenderá a otros ámbitos de la cultura, el arte o el conocimiento. Quiero agradecer a Norbanova y, principalmente, a Jesús María Gómez Flores, promotor de la idea, que hayan contado conmigo para un acto tan entrañable para mí por muchas razones.
Según se sabe, uno no es de donde nace, sino de donde hace el Bachillerato y yo, en Cáceres, que es la ciudad donde viven mis padres, pasé mi infancia, mi adolescencia, mi primera juventud; de allí son mis amigos, los que van siempre en el corazón.
Por si fuera poco, el gran poeta Santos Domínguez hará una presentación previa a mi lectura. Admiro mucho su poesía y su incesante labor crítica de la que tanto he aprendido.
Pero hay más: con ocho años me asignaron el carnet de lector número 1000 de la sección infantil de la Biblioteca. Recuerdo aún el temblor con el que leí en una noche y de un tirón un libro de leyendas españolas, el primero que me llevaba en préstamo. Además del DNI y del permiso de conducir es el único carnet que he tenido.
«Y así seguimos adelante, botes contra la corriente, empujados incesantemente hacia el pasado», como en el final de El Gran Gatsby, el último que libro que saqué.
No hay comentarios:
Publicar un comentario