con sus dedos de nube
la copa del naranjo.
Ante tanta belleza
el tiempo se detiene
y la luz cristaliza.
Bajo el retablo ácido
de sol y de oro nuevo
elevo una plegaria
de adoración y júbilo
por los frutos henchidos
que anuncian la mañana.
Mañana de trabajo, JMJ 29 de noviembre de 2017 |
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