Porque
vas a morir, la muerte no merece
ningún
día de gracia o esperanza.
Porque
vas a morir, no le concedas
ni
siquiera un minuto de dolor fiado.
Esa
vieja usurera no devuelve intereses
y
se cobra su deuda a cada instante.
Porque
vas a morir, no la llames a gritos
sucumbiendo
a la angustia o al fracaso.
No
digas más su nombre, ella te aguarda
emboscada
en las vueltas del camino.
Detrás
de la belleza carcajea
y
va pegada a ti como tu sombra.
Porque
vas a morir, abrázate a la vida
y
mírala a los ojos, cara a cara.
Todo
el amor es uno y te rodea,
te
rodean los niños y los pájaros.
Que
apenas tu dolor destile lágrimas,
que
sean otra vez rocío de las flores.
El
presente continuo continúa
y
habrá de continuar cuando te vayas.
Así
que no la llames, solo espera
a
cruzar el umbral cuando la puerta se abra.
Fotografía: JMJ Abril 2017, arboles de las orquídeas, Isla de la Cartuja. |
2 comentarios:
Es un gran poema, pero me disuena la medida del último verso
Gracias había un error de transcripción en el último verso
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