(Camila Cabello)
¿Quién corta las amarras de la noche?
¿Quién quema alcohol azul en las trompetas
para las viejas almas condenadas?
Antes de sumergirnos en los vórtices
de este espectral naufragio del deseo
servidme el
huracán en una copa
porque mi corazón está en la Habana.
Somos las criaturas de la noche,
la sombra es nuestra luz y a la deriva
por un banco de algas y madréporas
aguardamos
la muerte entre los cayos
cuando el viento estremece los manglares
y azota lujurioso a las palmeras.
No existe salvación
en esta hora.
Pero mi
corazón está en la Habana.
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