martes, 9 de junio de 2020

Omega

La verdad es que lo que hemos padecido ha sido muy fuerte.

Todas las generaciones (¡ay los milenaristas!), imaginan que el fin del mundo acontecerá durante su paso por la tierra.


Pero ya parecía que, indiferente a nuestra tiempo, el terremoto de la historia se hubiera olvidado de nosotros.


Y hete aquí que, de improviso, hemos conocido el diluvio universal, el apocalipsis.

Nunca hubo en la historia de la humanidad un cese de su populosa actividad, del tráfago de los días, como este del primer gran confinamiento mundial.

Nos falta perspectiva, pero de esto se hablará durante siglos.


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La Peste de Roma, Delauny
 
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